Frustración


La visita conocida
Hoy y tantos días la famosa frustración ha venido a visitarme.
Y por eso decía yo que para qué sirve que probemos su saber a lo largo de nuestras vidas, si cada vez que llega es diferente: diferente causa, diferentes circunstancias y diferentes experiencias vividas para saber cómo encararla. ¿Saber encararla? Ojalá hubiera una fórmula, alguna herramienta poderosa para curar lo que provoca: tristeza, inseguridad, confusión.
Ahora no me salen las palabras, se me rompen, mi corazón es como si por un rato se parara, y no deja salir nada, hoy está enfermo; necesita, como cualquier enfermedad, un tiempo para curarse.
Me siento gris, sonámbula, flotando en un mundo irreal donde nada tiene un significado más que el que damos, un mundo donde estamos por estar, donde me quiero agarrar de algo capaz de sostenerme aunque no lo encuentre, soy incapaz de verlo.
Patri Belda

